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Bajo el hechizo de Salomé 

Programa 2: Salome (1971)

JUEVES 12 OCT / 17:30h   
FILMOTECA DE CANTABRIA 

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SALOME (1971)

La virtuosa puesta en escena de Schroeter de la tragedia de Oscar Wilde es un complejo montaje de imagen y sonido, filmado en las grandes escaleras de Baalbek, el antiguo templo romano en el Líbano, y entrelazando canciones populares libanesas y alemanas con la música de Verdi, Wagner, Strauss, Mozart, Bellini y Donizetti. Elfi Mikesch, director de fotografía de las últimas películas de Schroeter, diseñó el suntuoso vestuario de la película. Un crítico de Le Monde escribió con admiración sobre la descripción que hace Schroeter del “combate mortal entre la oscura moral cristiana y la luminosidad pagana”. --letterboxd.com

Schroeter’s virtuosic staging of the Oscar Wilde tragedy is a complex montage of image and sound, filmed on the grand steps of Baalbeck, the ancient Roman temple in Lebanon, and interweaving Lebanese and German folk songs with the music of Verdi, Wagner, Strauss, Mozart, Bellini, and Donizetti. Elfi Mikesch, the cinematographer of Schroeter’s later films, designed the film’s sumptuous costumes. A contemporary critic for Le Monde wrote admiringly of Schroeter’s depiction of “the deadly struggle between dark Christian --letterboxd.com

“Oscura moral cristiana contra luminosidad pagana, combate mortal cuyas fases se nos ofrecen con la arrogante despreocupación, la sensibilidad burlona y la aguda inteligencia de Werner Schroeter”.  C. Godard (Le Monde, 4/05/1973)

“Quería insistir sobre el aspecto decimonónico: «El amor es amargo, pero he besado tu boca», dice Salomé.” W. Schroeter, declaraciones recogidas por N. Simsolo (Zoom, nº 16 enero-febrero 1973)

“No es frecuente que alguien recurra a lo más extremo de sus posibilidades y permanezca aferrado a lo extremo porque nada fuera de eso lo satisface. Que se deje llevar por lo extremo como si hiciera esquí acuático, arrastrado por el barco que lo rocía de gotas y espuma. Esto es lo que hace de Werner Schroeter un cineasta o un director escénico diferente de los demás. No es un hacedor artesanal de puestas en escena; sus puestas en escena tienen un solo sentido: la creación de algo. Schroeter se pone a sí mismo en el contexto de sus puestas en escena, contexto que antes debe construir y del cual, una vez construido, ya no puede salir. A partir de lo que ESTÁ sobre el escenario o en la pantalla, él determina lo que ha de suceder, por más que eso que sucede no podría suceder de otra manera. Su puesta en escena ya no lo suelta, sino que en realidad es él quien se deja arrebatar, arrastrar por ella, y luego cambia de dirección completamente y ya no es el barco el que lo arrastra en su estela, sino que el que era arrastrado rebasa al motor y se convierte en motor él mismo. Y lo deja todo atrás, en parte hecho pedazos. Un creador/dios a la manera originaria, es decir, ajeno a toda duda, pues no existe nada que él no haya querido hacer.” --Elfriede Jelinek, 2010

La puesta en escena es la ceremonia de recuperar el ritual. Que comprendamos o no la ceremonia carece de importancia, porque una ceremonia no está hecha para que la comprendamos. Una ceremonia está hecha para que la sintamos, para que quedemos atrapados en una especie de misterio. Schroeter no hacía más que retomar los elementos esenciales de toda auténtica dramaturgia, a pesar de que introduzca la burla y el humor. --Jean Douchet. Werner Schroeter, Goethe-Institut - Cinémathèque Française, 1982

Salome de Schroeter es una mezcla alucinante de Oscar Wilde, expresionismo, voces deliberadamente no sincronizadas, extravagancia vanguardista y Richard Strauss –una deslumbrante perversión de la obra que hace aflorar su subversión latente. --Amos Vogel. A nation comes out of shell-sock, en The Village Voice, 4 de mayo 1972

Traducción de texto: Javier Oliva