A Man Alone (1955)

Ciclo « Republic Rediscovered »

A MAN ALONE (1955)
Un hombre sólo

Director: Ray Milland
Guión: John Tucker Battle
Argumento: Mort Briskin
Fotografía: Lionel lindon (Color, 1:1,66)
Dirección artística: Walter E. Keller
Montaje: Richard L. Van Enger
Música: Victor Young
Reparto: Ray Milland, Mary Murphy, Ward Bond, Raymond Burr, Arthur Space, Lee Van Cleef, Alan Hale Jr., Douglas Spencer, Thomas Browne Henry, Grandon Rhodes
Productora: Republic Pictures (EE.UU.)
Distribuidora: Republic Pictures
Duración: 96 min.
Formato: 35mm

*La proyección contará con presentación a cargo de José Luis Torrelavega

Ray Milland hizo su debut como director con el western de Republic A Man Alone. Milland también protagonizó la película, interpretando al pistolero fugitivo Wes Steele. Mientras escapa de una turba de linchadores, Steele da con un poblado de Arizona que ha sido puesto en cuarentena debido a la fiebre amarilla. Durante su estancia forzosa se enamora de la hija del sheriff, Nadine Corrigan (Mary Murphy), que es, igual que Steele, un "alma perdida". La única esperanza para los amantes de un futuro feliz es que se reconozca la inocencia de Steele, pero esto no sucederá mientras el corrupto banquero Stanley (Raymond Burr) tenga todas las cartas. “A Man Alone” funcionó en taquilla lo suficientemente bien como para alentar posteriores intentos de dirección de Ray Milland, entre los cuales están la entretenida película de espías Lisboa y un notable ejercicio de ciencia ficción, Panic in the Year Zero!

Para redimirse, un aventurero solitario desbarata las fechorías de los notables de un pueblo. Western modesto, muy pulcro, muy taciturno, hermosamente fotografiado en Trucolor, y que asimismo cuenta con el despojamiento necesario para poder considerarla como una obra personal.

Ray Milland es uno de esos grandes actores americanos, finalmente numerosos, que han realizado una o varias películas interesantes.

También le debemos una película de ciencia ficción bastante original, Pánico infinito (Panic in Year Zero, 1962) que, dada su temática -la huida de una familia tras una explosión atómica- trasciende su pobreza de medios gracias a una notable expresividad.

Jacques Lourcelles
Dictionaire du cinéma. Ed. Robert Lafont
Paris, 1990

Traducción: Óscar Oliva

Se le creía perdido. En efecto, este antiguo interprete de Hitchcock y de Lang se había dejado tentar por el cine inglés dándonos, con The safecracker, una perfecta muestra de la más anónima técnica británica. Una realización menos interesante que sus dos primeras películas. A Man Alone, western extraño y estático (con un Milland que come albaricoques y protege a los gatos) y cuya primera media hora muda es notable, y Lisbon, un film policíaco turístico bastante agradable en el que Claude Rains, durante la escena con que se inicia la película, aplasta a pajarillos para alimentar a su gato… Pero con Panic in Year Zero, Milland logra una obra apasionante, a pesar de una técnica más bien deficiente. Una extraña historia que pone en juego a una colectividad enmarcada en un contexto de ciencia ficción: en este caso una familia norteamericana media que, enloquecida por el pánico atómico, se ve poco a poco tentada por la violencia. Su egoísmo campa sin trabas y la moral sólo puede salvarse a costa de una inversión de la situación. Ante estas constataciones morales de tan rara ferocidad, y dado que Milland centra sobe toso su interés en los actores, por lo demás muy bien escogidos y dirigidos, la indigencia plástica del film acaba por olvidarse.

Entre las realizaciones para la televisión es digan de recordar un episodio de la serie Thriller: “Yours truly, Jack the Ripper” (1961), basado en un supuesto curioso: puesto que Jack el destripados sería inmortal, para cometer sus crímenes cambia de periodo y de país –lo que explica que tras un largo período histórico la acción transcurra en nuestros días. Signo particular; el destripador “disimula” siempre frecuentando los medios de artistas de vanguardia, preferentemente fracasados. El episodio gozaba de una buena música (debida quizá a Pete Ruggiolo), que se adelantaba ya a los arreglos tipo Kurt Weill de Carla Bley.

Bertrand Tavernier y Jean-Pierre Coursodon. 50 Años de cine Norteamericano.

En una pequeña ciudad del oeste, un forastero es perseguido por hombres notables que lo acusan de un delito cometido por ellos.
El relato contiene recursos fáciles y pelos en la sopa, pero la explotación visual, dramática y poética del viento, del polvo, de la sed y el hambre, insufla un tono singular a este pequeño western. Los quince primeros minutos, casi completamente mudos, son al mismo tiempo audaces y pertinentes (¿con quién podría hablar un hombre solo en el desierto?).
Christophe Fouchet
filmsnonutc