CINEINFINITO / Filmoteca de Cantabria
Sábado 4 de Febrero de 2023, 17:30h. Filmoteca de Cantabria
Calle Bonifaz, 6
39003 Santander
Programa:
– The Window (1949), 35mm, b&n, sonora, 73 min.
Formato de proyección: DCP [2K]
CORNELL WOOLRICH
Cornell George Hopley-Woolrich, más conocido por sus seudónimos William Irish o George Hopley (Nueva York, 4 de diciembre del 1903-ibídem, 25 de septiembre del 1968), fue un escritor estadounidense de novelas policíacas y de misterio, el más adaptado al cine y la televisión y, según su biógrafo Francis Nevins Jr., «el cuarto mejor escritor de crímenes de su época tras Dashiell Hammett, Erle Stanley Gardner y Raymond Chandler».
Fue hijo único en una familia pudiente, con una sobreprotectora madre pianista. Vivieron en México, Cuba y las Bahamas antes de regresar a los Estados Unidos. El divorcio de sus padres cuando contaba 15 años lo llevó a vivir en Nueva Jersey junto a su madre (1918). Estudió en la De Witt Clinton High y se doctoró en periodismo en la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1925 cuando una enfermedad en el pie lo obligó a guardar reposo y empezó a escribir narrativa; con lo que había escrito ganó un premio otorgado por la revista College Humour y la Paramount Pictures‚ lo que le permitió viajar por Europa y pasar una larga temporada en París y pensar en dedicarse íntegramente a la creación literaria.
Sus primeras novelas, Cover Charge (1926), Children of the Ritz (1927) y Times Square (1929) están marcadas por el influjo de Francis Scott Fitzgerald, pero, contrariamente a su modelo, tuvo mucho más éxito. Fue llamado a Hollywood para hacer adaptaciones y guiones; parece ser que solo escribió tres películas del director danés Benjamin Christensen. Allí conoció a Gloria Blackton, hija del productor de cine mudo James Stuart Blackton, y se casó con ella. Pero apenas vivieron juntos unas semanas antes de que ella descubriera que él era un homosexual muy promiscuo cuando leyó un diario secreto suyo en el que contaba sus aventuras, de forma que se divorció de él en 1933. Regresó pues a Nueva York con su madre, sin comprar una casa fija e instalándose en un par de habitaciones de hotel, y de nuevo viajó con ella por Europa.
La Gran Depresión afectó a la venta de sus escritos y tuvo que dedicarse a escribir novelas baratas de tipo pulp por encargo. Entre 1934 y 1946 publicó más de 350 relatos en diferentes revistas: Black Mask, Ellery Queen Mistery Magazine, Dime Detective, Detective Fiction Weekly y Argosy, por ejemplo. También escribió novelas como The Bride Wore Black (1940), traducida como La novia vestía de negro (que fue llevada al cine en 1968 por François Truffaut), Deadline at Dawn (1944) y Rendez-vous in Black (1948).
Tras el fallecimiento de su madre en 1957, cambió de hotel y se recluyó en la habitación de otro durante once años, dándose a la bebida y terminando sus días alcohólico, enfermo de ictericia y tullido (una antigua herida mal curada y crónica en un pie se le gangrenó y hubo que amputarle una pierna; desde entonces tuvo que vivir atado a una silla de ruedas). En parte, esta situación se refleja en su famoso relato llevado al cine con el título La ventana indiscreta. Se negó a ver a sus pocos amigos y falleció el 25 de septiembre de 1968. Está enterrado en el Cementerio Ferncliff, en Hartsdale, Nueva York. Dejó a la Universidad de Columbia 850.000 dólares en memoria de su madre para que sufragase becas a jóvenes periodistas.
Obra
Fue un gran estilista, poseedor de un cierto lirismo romántico que enaltece a las víctimas de la injusticia y las equivocaciones, algo por lo general ausente en los demás autores de novela negra, poseídos por el cinismo. Destacó como creador de efectos atmosféricos y fue muy hábil reproduciendo las sensaciones que causan la muerte, la soledad, la fatalidad y la angustia, dosificando además el suspense de manera genial. Sus narraciones poseen una gran tensión narrativa y luce la meticulosa caracterización de los personajes; pero brinda demasiado protagonismo al azar en detrimento de la verosimilitud, y su excesiva producción ha convertido su obra en algo irregular. Suele ser corriente en sus relatos el uso de la tecnología de la historia narración en primera persona y el uso de la superstición como detonante de la acción. En sus mejores momentos, el mundo de sus narraciones es algo más que inquietante y parece salido de una pesadilla, por lo que no en vano se le ha llamado «el Edgar Allan Poe moderno». Dentro de la novela negra, pues, representa una especie de cruce entre el fantasmagorismo de la novela gótica y la novela negra policial detectivesca típica, y en eso consiste su originalidad. Ha sido, además, cantera inagotable para guionistas y directores de cine (Alfred Hitchcock, Jacques Tourneur, François Truffaut, Robert Siodmak) y cuenta también con no pocas adaptaciones televisivas. En total existen unas sesenta obras suyas adaptadas.y cuenta también con no pocas adaptaciones televisivas. En total existen unas sesenta obras suyas adaptadas.
Francis Nevins divide las tramas de Woolrich en seis tipos:
1) La historia «negra» de policía (un policía de paisano resuelve un crimen, pero otros policías sádicos proceden en su contra para defender sus intereses).
2) La historia «contra reloj» (el/la protagonista o el amado/a se morirá a menos que logre resolver el crimen o hacer un descubrimiento sin lo que le mataran al o ella).
3) La historia «oscilante» (el protagonista y su amor o sentimiento se ve amenazado por la sospecha, entonces se clarifica retomando la confianza en su pareja, luego vuelve a caer en la sospecha aún más grande, luego a recuperar la confianza, etc.. hasta que se percata de que el otro es realmente un malvado).
4) La historia nocturna del que se precipita – en un problema (las últimas horas de un hombre que se convierte en presa al verse atrapado en la noche de una ciudad).
5) La historia de la desaparición (el protagonista masculino encuentra a su gran amor, pero ella desaparece sin dejar el menor rastro)
6) La trama de «la hora final» (compartir los últimos momentos de un personaje programado para morirse en un plazo concreto de una manera particularmente terrible).
Dale H. «Ted» Tetzlaff (3 June 1903, Los Angeles, California – 7 January 1995, Sausalito, California) was an Academy Award-nominated Hollywood cinematographer active in the 1930s and 1940s. Tetzlaff was particularly favored by the actress Carole Lombard, whom he photographed in 10 films.
After World War II service as a US Army Major, he became a film director, and directed about a dozen films from 1947 to 1957, including the film noir classic The Window (1949).
His father was racecar driver and film stuntman Teddy Tetzlaff (1883–1929).
The Window (1949)
The Window es una película estadounidense de suspense ‘noir‘ estrenada en 1949, protagonizada por Barbara Hale y basada en el cuento «The Boy Cried Murder» (reimpreso como «Fire Escape») de Cornell Woolrich sobre un niño mentiroso que sospecha que sus vecinos son unos asesinos. La película, un éxito de crítica rodada en escenarios reales de la ciudad de Nueva York, fue producida por Frederic Ullman Jr. por $210,000, pero ganó mucho más, lo que la convirtió en un éxito de taquilla para RKO Pictures. La película fue dirigida por Ted Tetzlaff, quien trabajó como director de fotografía en más de 100 películas, incluida otra exitosa película de suspense, Notorious (1946) de Alfred Hitchcock. Por sus actuaciones en esta película y en So Dear to My Heart, Bobby Driscoll recibió una estatuilla del Oscar en miniatura como el actor juvenil destacado de 1949 en la ceremonia de los Premios de la Academia de 1950.
La historia «The Boy Cried Murder» se publicó en 1947 y fue comprada por RKO, quien asignó a Fredrick Ullman para que la produjera. Ullman había sido jefe del departamento de documentales y cortometrajes de RKO. Dickie Tyler, que había salido en The Bells of St Marys y Christopher Blake, fueron tanteados como posible estrella. La película se iba a realizar en el Pathé Studio de RKO en Nueva York.
Mel Dinelli, que había escrito The Spiral Staircase para el jefe de producción de RKO, Dore Schary, adaptó la historia para la pantalla y la película recibió el título de The Window. A Ted Tetzlaff se le asignó el trabajo de dirección.
Ullman quería usar un estilo semi-documental ya que provenía de ese entorno. Los ejecutivos de RKO decidieron filmar en Hollywood, luego cambiaron de opinión y regresaron a Nueva York. El rodaje comenzó el 10 de noviembre de 1947. Fue la primera película que RKO rodó en esa ciudad en mucho tiempo. Cuando la película estuvo lista para su estreno en 1948, el millonario Howard Hughes se había hecho cargo del estudio y se negó a estrenarla, diciendo que no generaría dinero y que Bobby Driscoll no era un gran actor. Sin embargo, en 1949, se le persuadió para que la estrenara y se convirtió en un éxito crítico y financiero, ganando muchas veces sus costes de producción, y Driscoll recibió el Oscar Juvenil por su destacada actuación en él.
Driscoll estaba bajo contrato con Walt Disney, que lo «prestó» a RKO para esta película.
The Window is a 1949 American black-and-white suspense film noir starring Barbara Hale and based on the short story «The Boy Cried Murder» (reprinted as «Fire Escape») by Cornell Woolrich about a lying boy who suspects that his neighbors are killers. The film, a critical success that was shot on location in New York City, was produced by Frederic Ullman Jr. for $210,000 but earned much more, making it a box office hit for RKO Pictures. The film was directed by Ted Tetzlaff, who worked as a cinematographer on over 100 films, including another successful suspense film, Alfred Hitchcock’s Notorious (1946). For his performances in this film and in So Dear to My Heart, Bobby Driscoll was presented with a miniature Oscar statuette as the outstanding juvenile actor of 1949 at the 1950 Academy Awards ceremony.
The story «The Boy Cried Murder» was published in 1947 and optioned by RKO who assigned Fredrick Ullman to produce. Ullman had been head of RKO’s documentary and shorts department. Dickie Tyler, who had been in The Bells of St Marys and Christopher Blake was mentioned as a possible star. The film was to be made at RKO’s Pathe Studio in New York.
Mel Dinelli, who had written The Spiral Staircase for RKO production chief Dore Schary, adapted the story for the screen and the movie was given the title of The Window. Ted Tetzlaff was given the job of directing.
Ullman wanted to use a semi-documentary style as he came from that background. RKO executives decided to film in Hollywood then changed their mind and went back to New York. Filming started 10 November 1947. It was the first movie RKO shot in that city in a long time. By the time that the film was ready for release in 1948, the millionaire Howard Hughes had taken over the studio and refused to release it, saying it wouldn’t make any money and that Bobby Driscoll wasn’t much of an actor. However, in 1949, he was persuaded to release it and it became a critical and financial success, earning many times its production costs, with Driscoll being awarded the Juvenile Oscar for his outstanding performance in it.
Driscoll was under contract with Walt Disney, which «loaned» him to RKO for this film.
Rodaje en localizaciones reales
Según el autor e historiador del cine negro Eddie Muller, esta fue la primera producción de cine negro rodada casi en su totalidad en localizaciones de la ciudad de Nueva York (específicamente, en la sección de viviendas del Lower East Side de Nueva York). Se terminó antes, pero se estrenó después, de la más famosa La ciudad desnuda (1948).
La farmacia de la esquina era parte de la vida cotidiana de la ciudad, como se muestra en esta película. Era el sitio para llamar por teléfono, obtener medicamentos, leer las últimas publicaciones o disfrutar de un refresco. Programas de televisión, como Los recién casados (1955) y Te quiero, Lucy (1951), también utilizaron la droguería como elemento argumental recurrente.
La visión de las cuerdas de los tendederos colgando de un edificio a otro de viviendas fue una vista familiar en la ciudad de Nueva York durante generaciones. Muchas películas y programas de televisión utilizaron esa imagen en tomas de exteriores. La imagen se volvió icónica 11 años después en West Side Story (1961).
Extraído y traducido de la información incluida en la entrada de la película en la IMDb
La ventana (1949) – Trivia – IMDb
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(…) obtiene un premio de dirección en el festival de Knokke-le-zoute (*) por The Window, escrito por Mel Dinelli, larga persecución de un niño mitómano que ha sido testigo de un asesinato. Nadie le cree y el niño es acosado en un Nueva York nocturno por la pareja autora del crimen (…)
(…) The Window no carece de cualidades y constituye la excepción a esa regla según la cual las realizaciones de antiguos directores de fotografía resultan anodinamente fotografiadas: por el contrario, la fotografía (firmada por William Steiner), muy en el estilo del cine negro, constituye en este caso una de las principales bazas de la película, un film donde Paul Stewart tiene una actuación sobriamente inquietante en el papel del asesino.
Bertrand Tavernier y Jean Pierre Coursodon.
50 años de cine americano
Akal, 1997. Trad. Francisco Díez del Corral.
(*) El festival internacional de cine experimental de Knokke-le-Zoute (apodado EXPRMNTL), creado en 1949 por Jacques Ledoux en Bélgica, es el primer festival internacional de cine experimental, el más largo en su duración, a pesar de las interrupciones debidas a la modestia de sus presupuestos y el tamaño de la empresa.
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El creciente terror de un niño que teme con un miedo mortal por su vida es proyectado con notable verosimilitud por Bobby Driscoll, de 12 años, en «The Window», que se estrenó el sábado en el Victoria. La fuerza sorprendente y el impacto aterrador de este melodrama de RKO se deben principalmente a la brillante actuación de Bobby, ya que todo el efecto se habría perdido si hubiera alguna sombra de duda sobre la credibilidad de este personaje fundamental.
A veces el director exagera un poco las cosas empleando esforzados efectos chocantes, como cuando el niño medio consciente se tambalea en la barandilla de una escalera de incendios o queda atrapado en una alta viga en una casa abandonada al borde del colapso. Sin embargo, aunque puedas ser consciente de la artimaña en estos casos, no es probable que permanezcas inmune a la emoción. De hecho, hay una expresión de peligro tan aguda grabada en el rostro del niño y reflejada en cada uno de sus movimientos mientras huye de la muerte en la casa en ruinas que uno experimenta una ansiedad abrumadora por su seguridad.
Al igual que el pastor que gritó demasiadas veces ‘¡que viene el lobo!’, Tommy Woodry tiene una imaginación tan inflamada que incluso sus padres se niegan a tomarlo en serio cuando cuenta cómo vio a la pareja de arriba matar a un hombre. La policía es un poco más comprensiva, pero sin tener nada a lo que agarrarse, en especial con la opinión contraria de los padres del muchacho, por lo que sólo realizan una investigación superficial, lo que desacredita aún más la historia de Tommy.
Su madre insiste en que se disculpe con los Kellerson, haciendo caso omiso a la súplica desesperada del niño de que ahora también lo matarán a él. Por lo tanto, el escenario está listo para un espantoso juego de escondite, en el que el niño no puede pedir ayuda a sus padres ni a otras personas.
«La ventana» comienza con bastante lentitud mientras el autor y el director establecen cuidadosamente el funcionamiento fantasioso de la mente de Tommy en sus asociaciones con los compañeros de juego, y la angustiante inquietud que esto causa en sus preocupados padres.Aunque la dirección de Ted Tetzlaff no siempre es tan contenida como se podría desear, no se puede negar que su contribución es importante, ya que no ha permitido que ninguno de los incidentes cada vez más angustiosos estropee toda la fuerza aplastante del clímax de la película.
Barbara Hale y Arthur Kennedy están totalmente naturales como los padres y Paul Stewart y Ruth Roman interpretan a los Keller son mostrando con justeza su miedo y desesperación. Pero «The Window» es una película de Bobby Driscoll, no se equivoquen al respecto. «The Window» también se erige como un espléndido tributo a su productor, el difunto Frederic Ullman Jr., quien dirigió Pathé News durante muchos años y que con esta película abordó su primera aventura en la producción cinematográfica habitual.
T.M.P.
Crítica del estreno en el New York Times, 8 de agosto de 1949
Traducción de texto: Óscar Oliva