Cineinfinito #281: Cornell Woolrich (IV)

→ Cineinfinito: «Série noire»

CINEINFINITO / Filmoteca de Cantabria
Sábado 25 de Febrero de 2023, 17:30h. Filmoteca de Cantabria
Calle Bonifaz, 6
39003 Santander

Programa:

I Wouldn’t Be in Your Shoes (1948), 35mm, b&n, sonora, 70 min.

Formato de proyección: DCP [2K]


CORNELL WOOLRICH

Cornell George Hopley-Woolrich, más conocido por sus seudónimos William Irish o George Hopley (Nueva York, 4 de diciembre del 1903-ibídem, 25 de septiembre del 1968), fue un escritor estadounidense de novelas policíacas y de misterio, el más adaptado al cine y la televisión y, según su biógrafo Francis Nevins Jr., «el cuarto mejor escritor de crímenes de su época tras Dashiell Hammett, Erle Stanley Gardner y Raymond Chandler».

Fue hijo único en una familia pudiente, con una sobreprotectora madre pianista. Vivieron en México, Cuba y las Bahamas antes de regresar a los Estados Unidos. El divorcio de sus padres cuando contaba 15 años lo llevó a vivir en Nueva Jersey junto a su madre (1918). Estudió en la De Witt Clinton High y se doctoró en periodismo en la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1925 cuando una enfermedad en el pie lo obligó a guardar reposo y empezó a escribir narrativa; con lo que había escrito ganó un premio otorgado por la revista College Humour y la Paramount Pictures‚ lo que le permitió viajar por Europa y pasar una larga temporada en París y pensar en dedicarse íntegramente a la creación literaria.

Sus primeras novelas, Cover Charge (1926), Children of the Ritz (1927) y Times Square (1929) están marcadas por el influjo de Francis Scott Fitzgerald, pero, contrariamente a su modelo, tuvo mucho más éxito. Fue llamado a Hollywood para hacer adaptaciones y guiones; parece ser que solo escribió tres películas del director danés Benjamin Christensen. Allí conoció a Gloria Blackton, hija del productor de cine mudo James Stuart Blackton, y se casó con ella. Pero apenas vivieron juntos unas semanas antes de que ella descubriera que él era un homosexual muy promiscuo cuando leyó un diario secreto suyo en el que contaba sus aventuras, de forma que se divorció de él en 1933. Regresó pues a Nueva York con su madre, sin comprar una casa fija e instalándose en un par de habitaciones de hotel, y de nuevo viajó con ella por Europa.

La Gran Depresión afectó a la venta de sus escritos y tuvo que dedicarse a escribir novelas baratas de tipo pulp por encargo. Entre 1934 y 1946 publicó más de 350 relatos en diferentes revistas: Black Mask, Ellery Queen Mistery Magazine, Dime Detective, Detective Fiction Weekly y Argosy, por ejemplo. También escribió novelas como The Bride Wore Black (1940), traducida como La novia vestía de negro (que fue llevada al cine en 1968 por François Truffaut), Deadline at Dawn (1944) y Rendez-vous in Black (1948).

Tras el fallecimiento de su madre en 1957, cambió de hotel y se recluyó en la habitación de otro durante once años, dándose a la bebida y terminando sus días alcohólico, enfermo de ictericia y tullido (una antigua herida mal curada y crónica en un pie se le gangrenó y hubo que amputarle una pierna; desde entonces tuvo que vivir atado a una silla de ruedas). En parte, esta situación se refleja en su famoso relato llevado al cine con el título La ventana indiscreta. Se negó a ver a sus pocos amigos y falleció el 25 de septiembre de 1968. Está enterrado en el Cementerio Ferncliff, en Hartsdale, Nueva York. Dejó a la Universidad de Columbia 850.000 dólares en memoria de su madre para que sufragase becas a jóvenes periodistas.

Obra

Fue un gran estilista, poseedor de un cierto lirismo romántico que enaltece a las víctimas de la injusticia y las equivocaciones, algo por lo general ausente en los demás autores de novela negra, poseídos por el cinismo. Destacó como creador de efectos atmosféricos y fue muy hábil reproduciendo las sensaciones que causan la muerte, la soledad, la fatalidad y la angustia, dosificando además el suspense de manera genial. Sus narraciones poseen una gran tensión narrativa y luce la meticulosa caracterización de los personajes; pero brinda demasiado protagonismo al azar en detrimento de la verosimilitud, y su excesiva producción ha convertido su obra en algo irregular. Suele ser corriente en sus relatos el uso de la tecnología de la historia narración en primera persona y el uso de la superstición como detonante de la acción. En sus mejores momentos, el mundo de sus narraciones es algo más que inquietante y parece salido de una pesadilla, por lo que no en vano se le ha llamado «el Edgar Allan Poe moderno». Dentro de la novela negra, pues, representa una especie de cruce entre el fantasmagorismo de la novela gótica y la novela negra policial detectivesca típica, y en eso consiste su originalidad. Ha sido, además, cantera inagotable para guionistas y directores de cine (Alfred Hitchcock, Jacques Tourneur, François Truffaut, Robert Siodmak) y cuenta también con no pocas adaptaciones televisivas. En total existen unas sesenta obras suyas adaptadas.y cuenta también con no pocas adaptaciones televisivas. En total existen unas sesenta obras suyas adaptadas.

Francis Nevins divide las tramas de Woolrich en seis tipos:

1) La historia «negra» de policía (un policía de paisano resuelve un crimen, pero otros policías sádicos proceden en su contra para defender sus intereses).

2) La historia «contra reloj» (el/la protagonista o el amado/a se morirá a menos que logre resolver el crimen o hacer un descubrimiento sin lo que le mataran al o ella).

3) La historia «oscilante» (el protagonista y su amor o sentimiento se ve amenazado por la sospecha, entonces se clarifica retomando la confianza en su pareja, luego vuelve a caer en la sospecha aún más grande, luego a recuperar la confianza, etc.. hasta que se percata de que el otro es realmente un malvado).

4) La historia nocturna del que se precipita – en un problema (las últimas horas de un hombre que se convierte en presa al verse atrapado en la noche de una ciudad).

5) La historia de la desaparición (el protagonista masculino encuentra a su gran amor, pero ella desaparece sin dejar el menor rastro)

6) La trama de «la hora final» (compartir los últimos momentos de un personaje programado para morirse en un plazo concreto de una manera particularmente terrible).


William Nigh (12 de octubre de 1881 – 27 de noviembre de 1955) fue un director, guionista y actor cinematográfico de nacionalidad estadounidense, conocido también por los nombres de «Will Nigh» y «William Nye».

Nacido en Berlin, Wisconsin, inició su carrera como actor cinematográfico en 1913, interpretando junto a Lamar Johnstone el cortometraje A Warm Welcome. Entre 1913 y 1914 trabajó en un total de 17 filmes, uno de ellos dirigido por él mismo en colaboración con Lucius Henderson, el western Salomy Jane. Sobre todo es conocido sobre todo por su faceta de director, extremadamente prolífica, con un total de 119 filmes, el último de ellos en 1948. La mayor parte de su producción fue cine de serie B, trabajando habitualmente para estudios de escaso presupuesto como Monogram Pictures (para el cual dirigió varias cintas de las series de «Charlie Chan» y «East Side Kids») y Producers Releasing Corporation, aunque en ocasiones también dirigió para productoras de primera categoría como Universal Pictures, así como para RKO Pictures y Republic Pictures. Su trabajo como guionista comprende 18 producciones, la mayoría de ellas rodadas en los inicios de su carrera.

William Nigh falleció en Burbank, California, en 1955, a los 74 años de edad. Fue enterrado en el Cementerio Forest Lawn Memorial Park de Glendale.


I Wouldn’t Be in Your Shoes (No me pondría en tus zapatos, 1948)

I Wouldn’t Be in Your Shoes es una película estadounidense  ‘noir’ estrenada en 1948, dirigida por William Nigh y protagonizada por Don Castle y Elyse Knox. Se basó en una novela del mismo nombre de Cornell Woolrich con un guión del también escritor pulp Steve Fisher.

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Una novela de Cornell Woolrich fue el origen del oscilante melodrama de la Monogram I Wouldn’t Be in Your Shoes. La trama se refiere a los zapatos de baile del joven terpsicoreano Tom (Don Castle). Se encuentra una huella de uno de esos zapatos en el escenario de un asesinato, y la policía no cree la historia de Tom de que le robaron el calzado. La única persona que cree en la inocencia de Tom es su esposa y pareja de baile Ann (Elyse Knox), y es ella quien sigue el rastro de las pistas del verdadero asesino. Sin revelar el final, se puede señalar aquí que el sinvergüenza real ha permanecido muy cerca de Tom y Ann todo el tiempo, ¡y la policía lo ha alentado a hacerlo! — Hal Erickson

I Wouldn’t Be in Your Shoes is a 1948 American film noir directed by William Nigh, starring Don Castle and Elyse Knox. It was based on a novel of the same name by Cornell Woolrich with a screenplay by fellow pulp writer Steve Fisher.

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 A Cornell Woolrich novel was the source for the variable Monogram melodrama I Wouldn’t Be in Your Shoes. The plot refers to the dancing shoes of young terpsichorean Tom (Don Castle). A print from one of those shoes is found at the scene of a murder, and the police don’t buy Tom’s story that his footwear was stolen. The only person who believes in Tom’s innocence is his wife and dancing partner Ann (Elyse Knox), and it is she who follows the trail of clues to the genuine killer. Without revealing the ending, it can be noted here that the actual miscreant has remained in very close proximity of both Tom and Ann all along — and has been encouraged to do so by the police! — Hal Erickson


Traducción de texto: Óscar Oliva